El pasado domingo, con su actuación en el Mundial de Valkenburg (Holanda), Aitor Hernández dio el carpetazo a la temporada de ciclocross. La octava desde que en 2010, una vez que supo que no iba a continuar en las filas del Euskaltel Euskadi, se volcara en la modalidad invernal, recuperando una vocación juvenil. El de Ermua ha acumulado nueve triunfos en este recién concluido curso y otros muchos puestos de honor, por lo que hace “un balance muy positivo” del ejercicio 2017-18, a su entender “mejor que la campaña anterior”, en una modalidad en la que clásicos del barro como él y Javier Ruiz de Larrinaga tienen cada vez más competencia. “Para el nivel que ha habido, contento”, remata.
El regusto es bueno, a pesar de que el broche no ha sido el esperado. En Valkenburg, Aitor Hernández acabó en la 45ª posición, dentro de un nutrido grupo de corredores doblados en el que también se vieron integrados sus compañeros de selección española Ismael Esteban (25º) y el alavés Ruiz de Larrinaga (35º). El bizkaitarra, que salía muy retrasado al contar con muy pocos puntos UCI, lo tenía difícil. “Esperaba haber mejorado algún puesto, pero vista la clasificación… El mejor español, Felipe Orts, que ha arrasado aquí, perdió ocho minutos, y fue de los últimos sin doblar -acabó 20º y solo a otros dos más se les contabilizó el tiempo-. Fue Van Aert -el campeón- el que puso un ritmo muy difícil para acabar”, comenta.
En el circuito holandés, el alicantino Orts se confirmó como el nuevo dominador del ciclocross estatal, pese a que se dejó escapar el Campeonato de España en beneficio del cántabro Ismael Esteban. “El chaval ha confirmado la progresión que traía en sub-23, ha conseguido superar el nivel de los elite y se ha puesto él como número uno en España”, admite Aitor Hernández.
Salvando esa pequeña decepción de Valkenburg, Aitor Hernández se toma ahora un respiro con una sensación gratificante: “Valoro la regularidad que he mantenido todo el año detrás de Felipe Orts, siendo segundo en la Copa de España, obteniendo el tercer puesto en el Campeonato de España y ganando -por quinta vez- el Campeonato de Euskadi”.
A diferencia de sus principales rivales en el panorama estatal, como Orts, Esteban, Larrinaga o Kevin Suárez, Aitor Hernández se ha prodigado muy poco en los circuitos europeos. De hecho, además de la del Mundial, su única salida internacional del curso ha sido la de la semana anterior en Hooggerheide (Holanda), donde se disputó la última prueba de la Copa del Mundo. No es algo que le preocupe. “Tengo los patrocinadores a nivel nacional y hago el calendario de aquí. La campaña que viene irá en la misma línea”, apunta.
Precisamente, la labor que le toca ahora al ermuarra, una vez concluida la competición, es la de atar los esponsors para fajarse una campaña más sobre el barro. A sus 36 años recién cumplidos, la retirada la ve “ya no muy lejana, voy año a año”.
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